Su dolor

Existe una lista extensa de enfermedades que pueden ocasionar “mucho dolor”. Este, generalmente al volverse crónico (de más de 2 semanas), se convierte en una molestia tediosa, deshabilitante y desgastante, no solo para la persona que lo sufre, sino para los familiares y personas con las que convive cotidianamente. Es importante entender que el dolor es además una señal de “ALARMA” que indica que algo no está bien en el organismo: existe alguna lesión o hay el riesgo de que se produzca una lesión en alguna parte del cuerpo.

Existen diferentes tipos de dolor (según su etiología), pero hay 2 de ellos que son los más comunes: El primero es el Dolor Nociceptivo Somático, el cual es producido por daño en músculos, ligamentos, huesos, etc, que se produce con trauma generalmente sencillo.  Es bien localizado, definido y circunscrito al área lastimada;  o Visceral: que generalmente es manifestado como cólico y molestia espasmódica, ya sea localizado o irradiado a distancia.    El otro tipo frecuente de dolor (el Neuropático que se produce por alguna lesión en cualquier parte del Sistema Nervioso Central o Periférico) que se manifiesta en una o múltiples partes del cuerpo con sensaciones “raras” y algunas veces difíciles de describir y localizar exactamente (inclusive algunas personas no lo consideran dolor), como adormecimientos, ardores, calambres, jalones del cuello a los brazos o de la cintura a la pierna, frío o calor en un área del cuerpo, etc (parestesias).